sábado, 12 de mayo de 2012

Homeschooling

Navegando por Internet encuentras que hay un mundo más allá de lo que conocemos.... Estoy a la búsqueda y captura de materiales para afrontar los largos inviernos. El buen tiempo ha llegado y ahora no paramos en casa. Paseos a la playa: al aeródromo a ver a los paracaídas (a Iuri le encanta ver despegar y aterrizar aviones y los saltos); al parque: a las hípicas a ver caballos, etc. Por suerte podemos hacer todo eso sin salir de nuestro pueblo. Vivimos en una zona privilegiada. Pero, a lo que iba, el invierno es muy largo y he decidido preparar material y actividades para cuando llegue el frío. He encontrado varios blogs muy interesantes (ya os dejaré el enlace) que me han abierto los ojos. Entrando en páginas de homeschooling (familias que deciden educar en casa) he descubierto los lapbooks, las cajactivas, y muchos otros recursos desconocidos para mí. Así que, manos a la obra. Ya os explicaré.




miércoles, 9 de mayo de 2012

Relaciones familiares

Iuri es el pequeño de ocho primos... hace mucho que lo esperábamos pero no llegaba. Y los primos crecieron. Si hay algo que me apenaba era la diferencia de edad entre ellos. Al menos me quedaba una esperanza, ¡el séptimo y él sólo se llevarían dos meses! Pero nació y algo cambió... De repente los grandes se transformaron y pasaron de la frase: A mí no me gustan los bebés a la: Nunca he sido tan feliz, mis amigos me lo notan (va por tí Eduard). Le bastó conocer a su primo para al cabo de sólo CINCO días dedicarle un gol con una camiseta que él había hecho y en la que se podía leer:  PER A TU IURI. Sin palabras.... Han pasado los meses, y siguen igual. Montse lo quiere y lo cuida con gran cariño; Eduard se desvive por él y él lo adora y se deja querer; Pol y Unai más de lo mismo, ¡hasta le dan la comida!; Irene y Élia lo miman cuando se ven; y con Aniol crecen juntos y descubren poco a poco que sus caminos tienen mucho que ver....
Al fin y al cabo, las relaciones familiares son para toda la vida.

La elección del colegio

Qué fácil es opinar cuando no se tiene hijos.... Yo lo tenía claro, el día que tuviera uno iría a la escuela pública más cercana a casa. Pero algo ha cambiado. Iuri tiene 14 meses y desde los seis (no pude dejar de trabajar) va a la guardería pública del pueblo. Ninguna queja. Me encanta las instalaciones y las dos educadoras que tiene. Al principio le costó la adaptación, pero una vez superada (por ambas partes) es muy feliz y cuando llega se despide y empieza a jugar. No es nada traumático. Creo que es importante decir que sólo va tres horas por la mañana, la tarde es ,por ahora, para nosotros. En fin, que todo iba bien. Pero llega un día y me planteo el siguiente paso. ¿Realmente me gusta la escuela pública de ahora? ¿Es la misma a la que yo fui y de la que tantas veces he hablado bien? Respuesta no y no. No es culpa de los maestros, creo. Es culpa del sistema. Nuestra sociedad ha cambiado, vivo en el pueblo con más inmigrantes de Catalunya, y la escuela pública (por culpa de nuestros gobernantes) no ha podido utilizar esa diversidad de forma positiva. Cada vez hay más alumnos en clase y cada vez hay menos posibilidades de dar una educación individualizada. Se trata a los alumnos en bloque y no como individuos. Si llegas bien, y si no...
Plantearse la privada es difícil, ¡estamos en crisis! Y además no me gustaban las otras opciones que tenía al alcance. Escuela religiosa ¡Ni hablar!, la otra opción que me quedaba tampoco me gustaba.... Y de repente, aparece... ¡Van a construir un centro Montessori a diez minutos en coche de casa!. Había oído hablar del método en múltiples ocasiones (compartí piso de estudiantes con una maestra) y no me lo pensé: fui a la entrevista. Lo poco que me faltaba para decidirme se esfumó en aquel encuentro. Está decidido: Iuri empieza en el centro en septiembre. Espero haber hecho una buena elección y ver recompensados todos los esfuerzos que vamos a tener que hacer para que pueda disfrutar de una educación alternativa pero con muchos años de historia.


martes, 1 de mayo de 2012

Dormir sin lágrimas

Si algo tenía claro, es que no quería convertir la hora de ir a dormir y la hora de comer en un drama diario. Al principio Iuri se dormía solo en la minicuna. La teníamos allá donde nosotros estábamos y él sólo se dormía. Pero llego el día (a los cuatro meses) del cambio de habitación y empecé a dormirle en el sofá acurrucado a mí. Se me abrazaba y ese momento llegó a ser uno de los instantes más emocionantes del día. Tanto que decidimos que la habitación estaba demasiado lejos y fuimos acostumbrándonos a ser tres en la cama. ¡Oh! Qué drama para algunos que lo ven desde fuera y que tranquilidad para nosotros... La gente te aconseja, que si es malo para el bebé, que si es una mala costumbre, que si.... Te hablan del método Estivill como si fuera la biblia y el camino correcto a seguir. Cómo es un método que yo siempre he criticado, el otro día cogí el libro de la biblioteca para poder discutir con propiedad. Todavía estoy horrorizada. ¿Cómo puede ser bueno no poder acariciar a tu hijo, ni cantarle ni siquiera cogerle la mano? ¿Cómo puede ser positivo dejarlo llorar hasta que se provoque el vómito? y aún así te aconseja limpiarlo y que siga llorando. Hasta te da la excusa (otitis) para disculparte ante los vecinos.... Se lo comenté a mi pareja y su respuesta es digna de citarla: "entonces para qué quieres un hijo, ¿sólo para mantenerlo? Yo no quiero un bebé si no lo puedo acariciar". ¡Ah! Se me olvidaba, el sr. Estivill aconseja que después de cenar le puedes dar al niño de entre cinco a diez minutos de cariño....Sin comentarios, ni siquiera lo merece.
Así que yo lo hago fatal (según muchas personas), y al acabar de cenar me excedo en darle cariño a mi hijo. En vez de dejarlo llorar, nos vamos los dos a la cama y le canto mientras le abrazo y así se duerme. Sin ninguna lágrima y con mucho afecto. Debo ser muy mala madre....